jueves, 24 de julio de 2014

TE JUZGARAN SOLO POR TUS ERRORES (YO NO) por Extremoduro.


Incluida como corte 9 del álbum Rock Trangresivo de la banda extremeña Extremoduro. Publicada en 1994 tras la revisión de las mezclas del álbum de debut Tú En Tu Casa, Nosotros En la Hoguera de 1989 con la producción ya de Iñaki “Uoho” Antón. Los máster originales se remezclaron, se añadieron nuevas tomas de guitarra y teclado a cargo del propio Uoho, y se grabaron 3 temas nuevos, contando para ello con la colaboración de varios amigos de la banda. La intención de la banda fue que esta nueva publicación (que retomó el título de su maqueta, Rock Transgresivo) sustituyera a la deficiente Tú en tu casa, nosotros en la hoguera.
Marcos Ana

La letra del tema es una versión del poema Canto Absoluto A La Libertad del poeta Marcos Ana, seudónimo formado con los nombres de sus padres. Nacido en la pedanía de San Vicente (Salamanca) en 1920 hijo de jornaleros profundamente católicos, de formación académica escasa ya que a los doce o trece años dejó los estudios y se puso a trabajar como dependiente de una tienda para poder aportar así ingresos a la familia. Con apenas dieciséis años se afilió a las Juventudes Socialistas, que poco antes de la Guerra Civil se convertirían en las Juventudes Socialistas Unificadas(JSU), bajo la órbita comunista. En paralelo fue abandonando la religión. Marchó al frente al estallar la Guerra Civil Española, en 1936, dentro del batallón de milicias «Libertad» de las JSU, combatiendo en la zona de Peguerinos, en la sierra de Madrid. Al producirse la militarización de las milicias y la creación del Ejercito Republicano, fue obligado a abandonar el campo de batalla por ser menor de edad. Volvió a Alcalá de Henares donde fue secretario general de las JSU en la comarca de Alcalá. Durante la contienda, se afilió al Partido Comunista de España. En enero de 1937, su padre murió en un bombardeo de la Legión Cóndor sobre Alcalá. No pudo incorporarse al ejército regular hasta que cumplió 18 años ya en 1938. Trabajó como comisario político en la 44 Brigada Mixta (estacionada en El Pardo) y más tarde como instructor político de la juventud en la 8ª División del Ejercito del Centro, también en El Pardo, responsabilidad que ocupó hasta el fin de la guerra. Antes del cerco total a la capital, consiguió escapar en dirección a Levante, al igual que muchos cuadros y dirigentes del ejército republicano, las organizaciones del Frente Popular, o del aparato estatal de la República. Como muchos otros miles, llegó al puerto de Alicante en espera de que algún buque los rescatase. No pudiendo alcanzar barco alguno debido al bloqueo naval franquista, se rindió a la unidades italianas (la División Littorio) que cercaban el puerto el 31 de marzo y fue apresado y confinado, primero en el campo de prisioneros de los Almendros, y posteriormente en el campo de concentración de Albatera. Pocos días después escapó y realizó el trayecto de vuelta a Madrid, donde fue nuevamente detenido a la semana de llegar, tras ser delatado por un confidente de la policía.

Su primera prisión fue la cárcel de Porlier. El régimen franquista le atribuyó el asesinato de tres personas, hechos por los que fue condenado a muerte en 1941. En sus memorias, Marcos Ana señaló:



En mi caso personal quedé impresionado y perplejo por las acusaciones del fiscal. Me hacían responsable de hechos sucedidos en Alcalá de Henares por los que ya habían sido juzgados muchos compañeros y algunos de ellos fusilados. Era la práctica habitual en aquella época confusa, especialmente en los pueblos: imputar a los dirigentes más conocidos la responsabilidad de todo lo ocurrido en el lugar.



Dos años después, su condena fue anulada por defecto de forma, si bien fue juzgado otra vez y condenado a muerte de nuevo. A este respecto, a principios de 2010, los periódicos del Grupo Intereconomía lanzaron una campaña en contra de Marcos Ana, presentando las acusaciones de los tribunales franquistas como hechos probados y verídicos. 

En Porlier participó en la creación de un periódico clandestino, Juventud, en 1943, hecho por el que fue trasladado a la Dirección General de Seguridad, donde fue torturado. Fue condenado de nuevo a 30 años de reclusión por un delito contra la Seguridad del Estado y trasladado al penal de Ocaña en 1944. Tras pasar por la cárcel de Alcalá de Henares, terminó su trayectoria carcelaria en el penal de Burgos, donde permaneció desde 1946 hasta 1961. En 1944 su pena de muerte había sido conmutada por treinta años de cárcel, siendo condenado en total a sesenta años. No fue ejecutado por haber cometido los crímenes que se le imputaban en minoría de edad.
Homenaje Marcos Ana 50 Aniversario de su liberación

Durante su tiempo en prisión sufrió palizas y reiterados periodos de incomunicación. Su afición a la lectura se inició con antiguos libros que circulaban por el penal de obras autorizadas de clásicos españoles: Quevedo, Lope de Vega, Calderón. Pudo tener acceso a El Quijote a pesar de no estar permitida su lectura y, más tarde, a las obras prohibidas de Rafael Alberti.Miguel Hernández o Federico García Lorca gracias a la introducción clandestina de libros cuando se relajaron las medidas contra los presos políticos a partir de 1950.

A mediados de esa década fue cuando comenzó a escribir sus primeros poemas bajo el seudónimo de Marcos Ana que, escondidos, consiguieron salir al exterior y conocerse por muchos opositores a la dictadura. Su poesía animaba a combatir la dictadura con la palabra y hacía un llamamiento a la liberación de los presos políticos. Sus poemas contribuyeron a hacerle conocido fuera de España y a desencadenar una campaña internacional por su liberación, en la que destacaron Rafael Alberti y Pablo Neruda, que consiguió su liberación el 17 de noviembre de 1961. Al producirse su liberación, sin embargo, y ante la repercusión internacional que había tenido la salida de Marcos Ana de la cárcel, el Ministerio de Información y Turismo, dirigido por Manuel Fraga, publicó un folleto titulado Marcos Ana, asesino, en el que reiteraban las acusaciones contra Ana que le habían supuesto su condena a muerte.  

Robe Iniesta
Marchó al exilio en Francia, donde el Partido Comunista le invitó a establecer un servicio en París destinado a la propaganda antifranquista y al apoyo de los presos políticos españoles con la ayuda de personalidades del mundo de la cultura francesa y españoles exiliados: el Centro de Información y Solidaridad con España (CISE) con Pablo Picasso de presidente de honor, dirigido por Marcos Ana. Desde ese puesto recorrió Europa y Sudamérica, pronunciando conferencias y organizando campañas de apoyo a los exiliados y opositores al franquismo.

A principio de la década de los setenta, Ana se alineó con el secretario general del PCE,Santiago Carrillo, en contra de la facción más próxima a la Unión Soviética.
Tras la muerte de Franco regresó a España en 1976. Durante la Transición continuó sus actividades dentro del Partido Comunista del que fue candidato al Congreso de los Diputados en las elecciones de 1977, por la provincia de Burgos, sin obtener escaño, y en el que ocupó distintas responsabilidades, como la de solidaridad internacional.

Su poesía ha sido calificada de «poesía de trinchera» y ha sido atribuida a «la fuerza de la convicción, la sentida sinceridad poética, la angustia, el miedo del hombre en el presidio». Su obra poética completa no se ha publicado, si bien se han recopilado en Venezuela. En 2007 publicó un libro de memorias, Decidme cómo es un árbol. Memoria de la prisión y la vida, prologado por José Saramago, y centrado en su estancia en la cárcel y en su actividad política fuera de ella hasta la Transición. Está traducido al portugués y al italiano. Fue la publicación de este libro de memorias la que le supuso su actual notoriedad a Marcos Ana

Letra:

Su herida golpead de vez en cuando;
no dejadla jamás que cicatrice:
que arroje sangre fresca a su dolor,
y eterno viva en su raíz el llanto.

Si se arranca a volar, gritadle a voces
su culpa: ¡qué recuerde!
Si en su palabra crecen flores, nuevamente,
arrojad pellas de barro oscuro al rostro;
pisad su savia roja.
Talad, talad, que no descuelle el corazón
de música oprimida.

Si hay un hombre que tiene
el corazón de viento,
llenádselo de piedras
y hundidle la rodilla sobre el pecho.

Pero hay que tajar noche
- tajos de luz- para llegar al Alba
y acuchillad los muros de las heridas altas
y ametrallar las sombras con la vida
en las manos
sin paz,
amartillada.

Tengo más vidas que un gato:
me muero siempre, y me mato
un poco cada vez que muere
cualquiera de mis hermanos:
la hierba, ratones, las tías, los gitanos,
los peces, los pájaros, los invertebrados,
las moscas, los niños, los perros, los gatos,
la gente, el ganado, los piojos que mato,
los bichos salvajes, los domesticados,
y que pena, si mueres, de los pobres gusanos.

Tú arranca:
yo oigo gritar a las flores.
Allá tú con tu conciencia,
yo soy cada día más malo;
estoy perdiendo la paciencia.

Tú arranca,
yo aprendo como aguilucho.
Vuelo a un mundo imaginario
(No puedo seguir: escucho
los pasos del funcionario)



Robe & "Uoho"
Tema básicamente acústico y bastante alejado musicalmente de lo que habitualmente se asocia con Extremoduro. Guitarras acústicas que sirven de mero acompañamiento a la callejera voz de Robe Iniesta y a unos coros inquietantes que acompañan todo el tema. Es una pena que Robe no se haya prodigado más en este contexto porque el poema tiene muchísima fuerza y la voz del extremeño, de una tremenda personalidad, gana mucho en este tipo de ambientes acústicos y oscuros. Poesía pura, un grito desesperado de La Libertad, de un hombre encerrado, preso, torturado hasta doblegar su voluntad y su conciencia. Robe masculla cada frase con su habitual modo de expresarse que parece salida del fondo de un reformatorio o de la mismísima prisión. Sinceramente, no podría encontrar a nadie mejor para recitar, leer o decir estos versos de Marcos Ana, versos desesperados de un hombre al que la lucha por la libertad suya y de sus hermanos le hizo perder los mejores años de su vida. 

El texto es crudo, frío, sucio y con alusiones evidentes a la tortura tanto física “Su herida golpead de vez en cuando; no dejad que cicatrice…” como psicológica “…si hay un hombre que tiene el corazón de viento, llenádselo de piedras y hundidle la rodilla sobre el pecho…” El peligro para el Régimen no era sólo el hecho de que hubiese personas que defendieran la libertad si no el hecho de que su semilla perdurará, se extendiera, creciera. Había que ser duro en el castigo y sobretodo tenía que ser público, ejemplar. Hay que controlar y doblegar psicológicamente al enemigo y eso, era casi más importante que eliminarlo, “…me muero siempre, y me mato un poco cada vez que muere cualquiera de mis hermanos…” 
Hay que matar lentamente con el miedo “… Tú, arranca: Yo oigo gritar a las flores…”, atenazar. Pero también se palpa la fuerza de un alma que no se condena y busca vías de escape “…Vuelo a un mundo imaginario…”.
El final del texto, es simplemente estremecedor. Todo el tema valdría la pena solo por esa última frase que te deja realmente paralizado y que consigue trasladarte al horror que debió sufrir Ana Marco durante su cautiverio “…No puedo seguir: escucho los pasos del funcionario…

Desde aquí el homenaje de Robe y en menor medida, el mío.



Versión de Estudio

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